En el principio fue la línea de comandos

por Corrás

In the BeguinningEste ensayo de Neal Stephenson es como un huevo Kinder, desde el principio deja clara su fascinación por los «buenos viejos tiempos», lugar común a muchas disciplinas, pero que en informática raramente pasa de pura nostalgia, (hay que tener presente que 40 años después, sigue vigente la Ley de Moore).

Yo mismo, impelido por esa nostalgia, he disfrutado de redescubrir viejas glorias informáticas (juegos, alguna aplicación) en aquellos dispositivos que poco a poco se convierten en pequeños mini-ordenadores: PDA, teléfonos móviles, consolas, siendo capaces de correr aplicaciones ya obsoletas en equipos informáticos actuales y que en su día llamaron mi atención.

Incluso en Sistemas Operativos actuales todavía evitas algunos sustos recurriendo, si tus habilidades te lo permiten, a esa línea de comandos desde la que todavía nace todo.

La sorpresa viene cuando el propio Neal reconoce que a día de hoy (la situación a cambiado mucho desde 1999, sobre todo para los usuarios de Linux y Apple) es feliz usuario de Apple, con todas las capas de interfaces de usuario que nos ocultan las tripas de la bestia.

Probablemente en la época que escribió el ensayo, para personas con ciertos conocimientos, resultaba cierta la posibilidad de perder más que ganar bajo esas capas de software, en muchas ocasiones poco estables.

Hoy por hoy la discusión no está en recuperar la línea de comandos, directamente se trata de utilizar un abanico nuevo de interfaces sensoriales, táctiles, visuales, sonoras desterrando la línea y los comandos.

Se pierda lo que se pierda al perder el contacto directo con la máquina, es obvio que infinidad de personas podrán disfrutar de prestaciones y servicios cada vez más increibles sin necesidad de sospechar siquiera que debajo de eso que hacen, mueven, tocan, soplan, huelen está el viejo PC.